Cartas Anónimas Desde El Más Allá

Cartas Anónimas Desde El Más Allá

Adiós… Corazón de Hielo…

En ese momento por su mente pasó una especie de “Película” con todo lo que había vivido hasta entonces, pero sólo se concentró en aquella chica hermosa que robó su corazón, Camila, una humana…

Yo bueno soy el demonio guardián de lo más obscuro….

Yo era muy feliz a su lado, ella era la chica más hermosa que podía haber conocido, pero ella sólo me miraba como uno más de sus amigos, a pesar de que hice todo por ella… fui detallista, me fui en contra de las normas de los demonios y aun así prefirió a otro… todo se terminó…

La conocí en un lugar común y corriente, me agradó desde el inicio, me volví su amigo y en poco tiempo me gané su confianza… me empecé a enamorar de ella, siempre era tan linda y tierna aunque a veces se enojaba, dulce y con confianza en ella misma.

Ella me contaba todo, las cosas que le gustaban y las que no, empecé llevándole regalos, le hacía dibujos y poesías que no le entregué en persona, las escribí en un cuaderno y un día decidí dejárselas en su escritorio pero… cuando lo vio corrió con sus amigas y les dijo que sospechaba de un tal… Israel, un chico que al parecer le gustaba y el sentimiento era mutuo, cada día tenía que soportar esos comentarios cursis sobre lo que hacían, que la tomaba de la mano, que la ayudaba con su tarea… yo hacía exactamente lo mismo pero siempre me decía: Que lindo gracias.

Un día fui donde mi superior y le pregunté si era posible que un demonio estuviera con una humana y me dijo que eso era imposible, pues los humanos son seres inferiores y nuestra sangre no debe mezclarse, existe un castigo para aquellos que no acatan las órdenes: Ser convertido en humano y luego ser cazado y asesinado…

Aun así no me importó, yo sabía que ella podría enamorarse de mí, yo creía que lo nuestro era pero… tenía ese miedo, si me mataban yo no podría seguir con mi plan para ser su “otra mitad” lo hice todo, incluso escribí una carta confesándole mis sentimientos… era la primera carta de amor que hacía en toda mi existencia y ella creyó que era de Israel… Corazón de fuego ¿por qué no me miras? ¿Por qué es tan difícil acercarme a ti? ¿Acaso es porque no somos de la misma raza?

Estuve así por un tiempo hasta que un día fui descubierto, el juez me sentenció a muerte, pero primero me concederían un “último deseo”, yo quería ver a mi Corazón de fuego por última vez, me armé de valor para poder confesarme, darle un beso y luego irme en paz pero… cuando la encontré… él estaba arrodillado y ella miraba un anillo hermoso… aceptó… ¿¡Aceptó!?... ella jamás habría podido darme su corazón…

-Estoy listo Verdugo…

Adiós… Corazón de Hielo

Kato