Hola Chic@s.. espero que estén bien. Hoy les traigo una impactante campaña que marco a la sociedad ecuatoriana.. se trata de una campaña contra el femicidio en ecuador. Aquí les dejo una imagen del eslogan escogido para dicha campaña
Esta campaña a ayudado a muchas mujeres victimas a tener fuerzas y valor para denunciar este terrible delito y ademas hacer valer su derecho legal como mujeres.
En fin les incentivo a que escriban sus opiniones abajo...
Aquí también les dejo un articulo en el que nos informa de mejor forma la campaña del feminicidio o femicidio.
Campaña Contra El Feminicidio
Esta imagen corresponde a una de las vallas colocadas en
la ciudad de Quito para rechazar el feminicidio (femicidio), denunciar el
maltrato contra la mujer y exigir respeto por parte de la sociedad y sobre todo
de la comunidad masculina. Sin embargo, el uso de la palabra “puta” generó gran
polémica sobre la conveniencia y utilidad de esta campaña, pues varias
organizaciones y representantes de la sociedad interpretaban como una falta de
respeto y una contradicción exigir el cese de la violencia contra la mujer
usando ese tipo de expresiones. En estas circunstancias vale recordar algunos
aspectos relacionados con la lingüística y la historia.
El primer lugar, las “malas palabras” como las conocemos
socialmente no existen en sí mismas, no hay palabras malas para la lingüística,
la gramática o la ortografía (excepto las mal escritas). Es la sociedad, a
través del uso que les da a las palabras del diccionario, quien le atribuye
cargas negativas o positivas a ciertos términos. Por tanto, es la misma
sociedad la que puede quitarle ese estigma negativo a las llamadas “malas
palabras” para hacerles aparecer como lo que son: simples “significantes” que
transportan un “significado” (usando los conceptos de Saussure).
¿Pero para qué quitarle la connotación negativa a un término?
La respuesta es sencilla: para evitar la discriminación.
Lo que busca una sociedad al “fabricar” malas palabras,
es tener a su disposición un grupo de conceptos que le permitan rechazar y
ofender a las personas que no se comportan según las normas que dicha sociedad
impone. Por ejemplo, existe una enfermedad llamada “cretinismo”, que se
caracteriza por deformar físicamente a un individuo y a las personas que
padecen esta enfermedad se les llamaba “cretinos”, sin embargo, como todos
sabemos, casi nadie usa el término “cretino” para referirse a alguien que
padece “cretinismo”, sino para ofender a otra persona. Y este ejemplo empeora
si tenemos en cuenta que “cretino” (del francés cretin) también era
usado en la antigüedad como gentilicio para las personas que venían de Creta, a
quienes los franceses discriminaban por su apariencia física “deforme”.
Ante este fenómeno social de discriminación lingüística,
muchos grupos marginados se han rebelado asumiendo como suyas las mismas
palabras que la sociedad y los poderosos usan para discriminarlos. Así, los
indígenas dicen “yo soy indio” (“longo” o “runa”), los afrodescendientes dicen
“yo soy negro”, los homosexuales dicen “yo soy queer”, los migrantes
dicen “yo soy sudaca”, incluso en la revuelta de 2005, en Quito, se pudo
evidenciar esto cuando un presidente llamó “forajidos” a quienes no estaban de
acuerdo con él y la sociedad se levantó diciendo “yo también soy un forajido”.
Todos estos ejemplos muestran cómo las palabras
discriminantes son asumidas por los mismos grupos discriminados como parte de
su identidad y son usadas para voltear el estigma negativo que esas palabras
tenían en la sociedad. Y este fenómeno no es algo nuevo, pues Shakespeare ya lo
describe en su obra La tempestad donde un colonizado (Calibán) aprende a
usar contra el colonizador (Próspero) las mismas palabras que ese colonizador
usó para humillarlo y someterlo.
¿Sucede lo mismo con el término “puta” y esta campaña
contra la violencia hacia la mujer? ¿Estamos ante un grupo marginado que acepta
la palabra con que les discriminan para rebelarse contra esa discriminación?
¿Se trata de quitarle a la sociedad machista la palabra más fuerte con la que
ofenden a las mujeres que no se comportan según las normas que dicta la
sociedad? Antes de responder a estas preguntas (que deberían ser el centro de
la discusión sobre esta campaña del Municipio de Quito), vale recordar que en
nuestra sociedad usamos el término “puta” para comparar a cualquier mujer con
una trabajadora sexual, generando así una doble discriminación: contra la mujer
insultada y contra las trabajadoras sexuales.
Si quieren leer mas información les dejare unos links con respecto al tema, y agregare uno sobre el feminismo. Si no funciona con un clic pueden copiar el enlace y pegarlo en el buscador.
creo, que es muy interesante que ayuden a promocionar esto del feminicidio (femicidio) y tambien cual es el verdadero significado de "puta"
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